lunes, 22 de septiembre de 2008

Oráculo de Delfos














"Yo sólo sé que nada sé".


Esta es la respuesta de Sócrates a Querofón, compañero de su infancia, y que un día, habiendo partido para Delfos, tuvo el atrevimiento de preguntar al oráculo si había un hombre más sabio que Sócrates.
La Pythia le respondió que no había ninguno.

Sócrates se pregunta qué quiere decir el dios (Apolo). Qué sentido ocultan estas palabras.
Después de entrevistarse con los sabios de la ciudad, los hombres de Estado, los poetas renombrados, los artistas, llega a la conclusión que todos ellos se creen sabios, no reconocen su ignorancia, no reconocen que no saben lo que no saben.

Por ello Sócrates concluye que sólo Dios es el verdadero sabio y que esto ha querido decir por su oráculo, haciendo entender que toda sabiduría humana no es gran cosa o, por mejor decir, que no es nada.

El oráculo se sirve de Sócrates como ejemplo y como si dijese a todos los hombres: "El más sabio entre vosotros es aquel que reconoce, como Sócrates, que su sabiduría no es nada".

Extractado de "Apología de Sócrates"

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