EL PUNTO CIEGO: Psicología del autoengaño
Nuestra tesis, en suma, es que el rumbo que seguimos los seres humanos depende en gran medida de la curiosa capacidad de engañarnos a nosotros mismos, una capacidad que nos permite eludir los hechos amenazadores y sumergirnos en la inconsciencia. Y la magnitud del autoengaño y la simulación –que llega a impregnar la estructura misma de nuestra vida psicológica y social- es tan grande que estamos tentados a creer que el autoengaño tal vez pudo haber cumplido con algunas funciones en el curso del proceso evolutivo. Es posible que, desde el punto de vista de la especie, la ilusión pueda resultar beneficiosa a largo plazo aunque su coste, a nivel individual, pueda ser excesivo.
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