HIMNO DE LOS NEÓFITOS
(Regla de la Comunidad del Maestro de perfección de Qumrán)
Rezaré día y noche, mi oración de alabanza,
en todos los instantes que el Señor ha dispuesto.
Cuando nace la aurora;
cuando relumbra el sol en lo alto del cielo;
cuando enciende sus luces en el ocaso de oro,
donde Dios nos revela sus tesoros secretos;
cuando las sombras vencen a los rayos del día;
cuando la noche surge con todos sus luceros,
y cuando el halo del albor siguiente
resplandece de nuevo;
cuando el sol y la luna lucen en la alta cima,
y cuando se recogen en el divino seno.
Cuando las estaciones naturales comienzan;
cuando los meses nacen, cuando llega el invierno,
o el estío ilumina las fiestas consagradas,
cumpliré, cual decreto
grabado en Tablas de oro
por el divino dedo,
el deber de elevar la oración de mis labios
al Amor Sempiterno.
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