sábado, 6 de septiembre de 2008

Cuento Sufi

NASRUDIN EN LA MEZQUITA

Nasrudin estaba sentado meditando en la mezquita al final de una fila de creyentes. Uno de ellos exclamó involuntariamente:

“Creo que dejé el fuego encendido en mi casa”

Otro dijo: “Usted ha roto su silencio y ha echado a perder la oración. Debe decirla de nuevo.”

“Usted también”, añadió otro.

“Alabado sea Alá”, dijo Nasrudin en voz alta, “menos mal que yo no rompí el silencio

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