martes, 16 de septiembre de 2008

Lanza del Vasto


OH, DIOS DE VERDAD

(Oración de las comunidades del Arca)

Oh Dios de verdad,

que los hombres distintos llamamos con distintos nombres,

pero que eres el Uno, el Único y el Mismo.

Que eres El-que-es,

que eres en todo lo que es,

y en la unión de todos los que se unen.

Que estás en las alturas y en el abismo, en el infinito de los cielos

y en la sombra del corazón como una ínfima semilla.

Te alabamos, Señor, porque nos escuchas

porque esta plegaria ya ha sido escuchada

ya que, al dirigirnos juntos a Ti, elevamos nuestra voluntad,

purificamos nuestros deseos y concordamos.

¿Y qué más pedir esto cumplido?

Sí, qué pedir, sino que esto perdure, oh eterno,

a lo largo de nuestro día y de nuestra noche,

sino amarte lo bastante para amar a todos los que te aman y te invocan como nosotros. Lo bastante para amar a los que te oran o te piensan de otro modo,

lo bastante como para desear el bien a los que nos desean el mal,

lo bastante para desear el bien a los que reniegan de ti o te ignoran,

el bien de volver a ti.

Danos la inteligencia de tu ley, Señor,

el respeto maravillado y misericordioso por todo lo que vive,

el amor sin reverso de odio,

la fuerza y el gozo de la Paz.

Amén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está oración de Lanza del Vasto es una de las más profundas reflexiones sobre la bondad y el amor que debemos profesar con el prójimo aunque tengan distintas creencias y distintas maneras de pensar, y un acto de humildad sublime, la virtud humana que más valoro.