lunes, 27 de octubre de 2008

Tsogdruk Rangol

EL VUELO DE GARUDA

Esta conciencia, libre de un dentro y un fuera,
es abierta como el cielo.
Es una vigilia penetrante,
libre de limitaciones y parcialidad.

Dentro del vasto espacio abierto
de esta mente omniabarcante,
todos los fenómenos de samsara y nirvana
se manifiestan como un arco iris en el cielo.

Dentro de este estadio de conciencia invariable
todo lo que aparece y existe,
como un reflejo,
aparece pero está vacío,
resuena pero está vacío,
su naturaleza es el Vacío
desde el principio mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El jueves pasado publicaste esto:
En resumen, el hecho de que Dios no emplease material alguno al hacernos implica la verdad, insuficientemente comprendida, de que Dios continúa, sosteniéndonos en el ser y, si Él no siguiera haciéndolo así, cesaríamos simplemente de existir

Hoy:
Dentro de este estadio de conciencia invariable
todo lo que aparece y existe,
como un reflejo,
aparece pero está vacío,
resuena pero está vacío,
su naturaleza es el Vacío
desde el principio mismo.


Como una tela mojada cubriendo una figura, parece que ambas citas sobrevuelan la misma realidad, tan difícil de captar integralmente, de una creación "ex nihilo" que es sostenida por amor.
Quizás en esa línea, podamos captar el valor espiritual del "vacío" que a veces a todos nos asalta con la pérdida de "sentido".

¿Te sugiere algo?