viernes, 31 de octubre de 2008

Ken Wilber

EL ESPECTRO DE LA CONCIENCIA

(…)Una diferencia primordial (entre muchas otras) entre los enfoques egoico y existencial, es la que existe entre representar con precisión el organismo total y ser realmente el organismo total, que aunque al ego pueda parecerle insignificante, es algo sumamente distinto.

Sin embargo, esto no significa que las terapias del nivel existencial eviten el trabajo que deba realizarse en los niveles superiores del espectro. Por el contrario, utilizan una amplia variedad de técnicas destinadas a curar el dualismo cuaternario, a integrar la sombra, pero siempre que sea posible dichas técnicas deberían utilizarse con la idea de proseguir con el proceso de integración, hasta alcanzar una identidad sentida con el conjunto del organismo.

Esto puede verse claramente en el trabajo del doctor Perls, que utiliza con gran eficacia las técnicas del nivel de la sombra, no como fin en sí mismas, sino para dirigir al «paciente» a una explosión del nivel existencial, donde el ego y el cuerpo, psique y soma, se unan en un concienciamiento del yo total. Por consiguiente, si bien en el nivel egoico uno puede llegar a alcanzar una introspección indudablemente provechosa acerca de su propia ira reprimida, en el nivel existencial uno se convierte en dicha ira, desaparece en la misma, en carne y hueso, conforme el cuerpo y el alma se funden en la espontaneidad del centauro ahora liberada.

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