martes, 30 de diciembre de 2008

Marsilio Ficino: DE AMORE


Comentario a “El Banquete” de Platón.

INTRODUCCIÓN A LA DISCUSIÓN SOBRE EL AMOR.

(…) Nuestro Sócrates, juzgado por el oráculo de Apolo el más sabio de todos los griegos, solía dedicarse más al arte de amar que a ningún otro, como si por la experiencia en este arte Sócrates y cualquier otro hubiera de ser considerado el más sabio. Él decía que este arte no lo había recibido de Anaxágoras, ni de Damón, ni del físico Arquelao, ni de los profesores de retórica como Pródico de Quíos y Aspasia, ni del músico Conós, de los que había aprendido muchas cosas, sino de la profetisa Diótima, inspirada por el espíritu divino. A mi juicio, para mostrar que sólo por inspiración los hombres podían entender qué es la verdadera belleza, qué el amor legítimo, y de qué modo se debe amar. ¡Tanto es el poder de la facultad del amor! ¡Tanta su sublimidad!

DISCURSO SEXTO. CAPÍTULO PRIMERO.

4 comentarios:

José Solís dijo...

"sólo por inspiración los hombres podían entender qué es la verdadera belleza, qué el amor legítimo, y de qué modo se debe amar"

Oremos para que en el nuevo ciclo siga lloviendo, delicada y provechosamente, la inspiración en nuestras existencias.

Gracias amorosa Asun

Asun Rodríguez dijo...

Gracias Sol.

Me uno a tu oración para que esta lluvia delicada nos cale a todos, sin distinción, hasta los huesos.

Asun Rodríguez dijo...

Es muy interesante el análisis del amor como eros y como ágape que hace la tradición.

Y también es muy curioso cómo a la gente nos gusta inventar la pólvora. Aunque, además de sorprendente, es muy gracioso y divertido, a pesar de que su manipulación -de la pólvora hablo, claro- por manos inexpertas o no precisamente hábiles, sea peligrosa, siendo mejor situarse a cierta distancia del inventor/a. Y si somos nosotros, pedir al público que se aleje lo suficiente... xD.

Ya digo, se pilla una unas jartás de reír que se agradecen...

José Del Moral De la Vega dijo...

Cierto, Asun. Es como si la corteza cerebral no nos sirviera para alumbrarlo. Sólo desde el sistema límbico nos podemos aproximar a él. Es como una prueba de humildad, lo que más anhelamos de todo sólo podemos sentirlo, pero no podemos explicarlo... Igual, igual que le sucede a un animalillo.
Que el nuevo año te mantenga en el amor.
Un abrazo