Así dice el Señor:
«Pronto, muy pronto,
el Líbano se convertirá en vergel,
y el vergel se convertirá en bosque.
Aquel día, los sordos
oirán las palabras del libro;
los ojos de los ciegos verán
sin tinieblas ni oscuridad.
Los oprimidos volverán
a alegrarse con el Señor,
y los más pobres
gozarán con el Santo de Israel;
porque se acabó el opresor,
y no quedará rastro del fanfarrón,
y serán exterminados
los que hacen el mal;
los que por una minucia acusan a otro,
los que impiden al juez hacer justicia
y hunden al inocente en la miseria.»
(Isaiah 29, 17-21)
3 comentarios:
Yo suelo leer y entender estas profecías como acontecimientos internos de liberación:
En nuestro interior dejaremos de ser un desierto para ser vergeles, dejaremos de estar sordos para oír a Dios, y de vivir ciegos a Él y sus maravillas. No estaremos más oprimidos, sino libres; ni pobres, pues viviremos en la abundancia de su Gracia.
Exterminará en nuestro ser al acusador, al fanfarrón y nos librará del señor de la mentira.
Él o Ella, como algunos prefieren, lo hará en todos. Lo hace y lo ha hecho.
Gracias por siempre.
Alabo tu valor y serenidad, pues eres capaz de interpretar la profecía sin el atropellamiento del agobio y sin el miedo a las grandes palabras.
Evitas el sensacionalismo y proyectas el lenguaje profético al mundo interno, donde las tensiones del macrocosmos tienen su reflejo (no entremos en causa y efecto) sincrónico.
Y desde ahí la garantía del buen hermeneuta: la humildad.
Nos aportas tu visión como versión, como propuesta respetuosa con la libertad de cada uno. y por ello es tanto más eficaz. Y te digo que sí, que el país de los cedros se convertirá en vergel y en bosque; que los sordos oirán, los ciegos verán y los oprimidos serán justamente liberados. Así pronto sea.
Espero q la profecía se refiera también a la siuación de la Tierra y q acabe aste "no tiempo" donde nos encontramos. Que el Amor y la Justicia Universal lleguen por fin al planeta y q florezca como un vergel.
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