miércoles, 31 de diciembre de 2008

Camarón y Volando voy




Es curioso observar cómo el leve movimiento de las manecillas en el reloj, coincidiendo con el cambio de día y de mes en diciembre-enero, lo cual conlleva la simple modificación de un dígito en la numeración del año en curso se haya convertido para muchos en una especie de portal mágico.

Nuestra cultura podría haber escogido otro momento para iniciar el año, que no fuera siempre a media noche y con el sol en capricornio (principio del invierno). Pero escogió este. ¿Por algo será?


Observaré en otro momento, porque ahora, me voy volando con Camarón.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Iniciar un año tiene algo de agenda recién estrenada, llena de hojas en blanco para ir escribiendo cada día, sin saber lo que nos irá deparando el mañana.
Que el nuevo año este lleno de paz y bendiciones de Dios para tí.