lunes, 15 de diciembre de 2008
Faustino Díaz: CLAREANDOSCURO
Los pensamientos saltarines y encadenados, que nos trasladan o columpian sin cesar del pasado al futuro, nos incapacitan para vivir plenamente un solo momento de la vida; es decir, nos empujan a vivir como zombis, como muertos en vida. Resumo: sin estar anclados a cada presente, lo único real, estaremos viviendo de forma virtual, ficticia.
–Un poco complicado –intervino Marcos, que, al tomárselo tan en serio, seguía contagiando su interés a los compañeros–, porque eso de centrarse únicamente en el presente te inhabilita para rememorar o aprovechar experiencias que forman parte de tus aprendizajes y planear acciones futuras.
–No, Marcos. Entiéndelo bien: sólo desde la referencia de lo único real indiscutible, que es el presente, y bien afincado en él, sin perder pie, puedes rememorar y planear, sin que los pensamientos te arrastren hacia lo inexistente, pues, como todos entenderéis, el ayer ya no existe y el mañana tampoco, aún. Podremos relacionar o catalogar cuantas experiencias y expectativas nos parezcan necesarias, pero con la idea clara de que todos estos pensamientos, que no hechos palpables, se están verificando, se están produciendo, en el laboratorio del momento presente.
–¿Cómo has dicho que se llama esa tan conveniente fijación en el presente? –preguntó Toli, un chico bastante «leído», intuyendo el alcance del asunto.
–Atención consciente o atención vigilante, también atención mental. Existen una serie de métodos para transferir a la vida ordinaria esta enseñanza –contestó Arturo, observando en una rápida ojeada aquellos rostros que demandaban más información.
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