sábado, 8 de noviembre de 2008

Wayne W. Dyer

LO INFANTIL Y LO PUERIL

Ser pueril y ser infantil son cosas completamente distintas, pese al hecho de que estas dos palabras se utilicen indistintamente. Ser pueril significa para mí ser un niño y actuar como un niño, lo cual es perfectamente válido, o ser un adulto y actuar como un niño de modo que indique que su crecimiento y su desarrollo se han paralizado años atrás, y que el individuo se ha estancado desde entonces, lo que, claro está, no es sano en ningún caso. Lo que quiero decir es que los adultos “pueriles” e “infantiles” son polos opuestos, no sinónimos (…).

Ser infantil significa en esencia ser inocente de todas esas ideas autoritarias y extrañas de lo que ha de ser la madurez, de lo que otros han intentado imponernos; ser confiado en el sentido de no caer en una paranoia autoritaria que lleve a desconfiar de los demás sin ninguna razón sólida. Y ser ingenuo o directo, y “sin sutilezas” en las relaciones con los demás y en nuestra visión del mundo.

Lo esencial de esto es que no tenemos que dejar de ser adultos para ser más infantiles. No tenemos por qué hacernos pueriles y mucho menos aún irresponsables para volver a convertirnos en niños en el sentido al que me refiero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ser infantil como sinónimo de inocente. Guardando la pureza que permite ver realmente la esencia delo que nos rodea.