domingo, 30 de noviembre de 2008

Pregón de adviento


















Allanad los caminos.
Allanad, sí, todos los caminos de la tierra
porque el Señor está cerca.
Él vendrá y llenará de esperanza a los que la perdieron.
Vendrá en la noche para ser luz.
Vendrá para acompañar a los cansados;
los eternos desilusionados;
ya pueden cantar victoria
aquellos que se creían abandonados;
ya está el Salvador a la puerta.

Allanad los caminos,
abrid caminos de esperanza,
los que pasáis por este mundo
sin encontrar sentido a la vida.

Allanad los senderos, porque Él vendrá;
vendrá como rocío mañanero,
rasgará los corazones de piedra
y ablandará la dureza de nuestra tierra seca.
Vendrá el Señor, no tardará.
Esperadlo en el umbral de vuestra casa,
porque sin hacer ruido
vendrá y lo inundará todo con su amor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El mensaje propio, característico de la Buena Nueva anunciada por Jesús, es que Dios es amor, y, como dice San Juan de la Cruz, cuando comparezcamos ante su presencia, en el último encuentro, seremos examinados sobre el amor: se nos preguntará como hemos amado, como hemos vivido el mandamiento nuevo que nos ha dejado Jesús: Amaos unos a otros como yo os he amado.
Fragmento de una homilía de hoy.

José Solís dijo...

¡Ya se barrunta la patuca empujando!
¡Qué poco falta!

Anónimo dijo...

Qué pasada ser cristiano. No hay nada tan grande como las grandes y felices Pascuas: la Navidad y la Resurrección. No me extraña que echaran a correr por todo el planeta a decírselo a todo el mundo. ¿Cómo guardarse sólo para uno una noticia tan buena?

Anónimo dijo...

Ven ven Señor no tardes,
ven ven que te esperamos,
ven ven señor no tardes,
ven pronto Señor.
El mundo muere de frío,
el alma perdió calor,
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.
Ven ven....