martes, 4 de noviembre de 2008

Meister Eckhart

EL FRUTO DE LA NADA

Hablo, por tanto, de una Divinidad de la que aún no emana nada; nada se mueve y nada es pensado. Incluso si el alma hubiera de ver a Dios en cuanto a Dios o en cuanto a cómo Él puede ser imaginado o en cuanto a que Él es un pensamiento, seguirá existiendo la misma insuficiencia. Pero cuando todas las imágenes se retiran y el Alma es solamente el Uno, entonces el ser puro del Alma se encuentra descansando en el mismo Ser puro y sin forma de lo divino…

Ni el espacio ni el tiempo tocan este lugar. Nada impide tanto la comprensión de Dios por el Alma como el tiempo y el espacio. El tiempo y el espacio son partes de la totalidad, pero Dios es uno. Por tanto, si el Alma ha de conocer a Dios, debe hacerlo fuera del espacio y del tiempo. Porque Dios no es ni esto ni aquello de la misma forma en que son las cosas de la tierra, porque Dios es uno. Si el Alma quiere conocer a Dios, no puede hacerlo en el tiempo. Porque en la medida que el Alma es consciente del espacio o del tiempo o de cualquier otro, no puede conocer a Dios.

Sabed pues que toda nuestra perfección y toda nuestra felicidad dependen del hecho de que el individuo atraviese y vaya más allá de la creación, de toda temporalidad y de todo ser, y entre en el fundamento que no tiene fundamento. Deben llegar al olvido y a la conciencia del no-yo; y allí debe haber silencio y quietud absolutos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Algunos dicen que en la conexión divina del silencio se encuentra el vacio, sin embargo yo no es lo que encuentro. Será que no he logrado llegar a esa unión con el creador. Lo que sí encuentro cada día es una plenitud de amor. Y me gustaría saber, ¿Crees tú que el amor es la antesala del vacío o que está más allá aún; que el Amor es el Creador mismo?

Eulogi@ dijo...

Primero, disculpas por la intromisión pero quiero aportar algo.
Segundo, el Amor, con mayúscula para distinguirlo, es una de las características de la divinidad. Es lo que expresamos al decir Dios es Amor.
Tercero, el vacío, la nada, es similar al concepto de la materia oscura del universo, un sostén esencial. En otro nivel la Nada, con mayúscula para distinguir, es anterior a la Creación y también al Creador (Demiurgo).
Cuarto, la aproximación teórica es válida pero insuficiente. Es un concepto, una apertura del individuo al infinito. Parafraseando a Chardin, es un punto omega, un atractor orientador para la existencia y responsabilidad individual.
Quinto, en estos ámbitos, como dice Santa Teresa, la Verdad es claramente diferente de lo falso. Para quién lo experimenta no hay dudas. En otras palabras, es un significante que precisa un significado por parte del receptor.
Hasta aquí.
Gracias

Asun Rodríguez dijo...

Cuando hablamos de creación, hablamos siempre de dualidad: el Creador – la creatura, y estamos por tanto en una etapa anterior a la que describe Eckhart.
El maestro Eckhart está hablando del «origen primordial», donde no hay dos, sino Uno: «no nacido», «sin forma», «Abismo», «vacío», «nada», «Dios más allá de Dios» son algunos de los términos que utiliza.
En este estado de conciencia silenciosa y sin forma nos encontramos en el llamado nivel Causal, donde no hay separación que oscurezca la Divinidad primordial.
En el nivel Sutil, el alma y Dios se unen; es lo que tú dices de la conexión divina y la plenitud de amor. En el amor hay un tú y un yo, aunque el amor pueda conducir a la unidad. “Alma y Dios se unen” lleva implícita la dualidad.
Después está el nivel causal, en el que alma y Dios son transcendidos en la identidad suprema de la Divinidad. Este puro Espíritu sin forma es el objetivo y la fuente de toda manifestación. Uno no ve la Divinidad en el Causal, no se une a ella, sino que uno es la Divinidad. El Testigo puro no puede ser visto, porque es el Vidente, el cual es puro vacío, la apertura pura en la que todos los objetos, experiencias, cosas y sucesos ocurren, pero él mismo sólo Es.
Si esto no se ha experimentado, no se entiende. Los que lo hayan vivido, sabrán de qué se habla.
Después del causal, aún está otro nivel, pero eso lo dejamos para otro día.

Anónimo dijo...

¡No sé!, Jose en tu tercer punto me hablas de algo más allá de Dios. Esto no me suena a la experiencia que yo logro,pero comparto sin embargo contigo que tiene que ser experimental y no conceptual aunque usemos los conceptos para comunicarnos. Yo pensé que no había nada más allá de Dios, y que la nada no existe en realidad porque Dios siempre esta, estuvo y estará, y aunque no ocupe tiempo o lugar, suya es la realidad absoluta. Tampoco logro entender que la Creación tenga un antes y un después, porque pienso que Dios siempre estuvo y siempre fue creador.

Gaudiosa, aunque he sentido esa unión en Uno que mencionas. Esa sensación de estar en Dios, donde el amor elimina mi individualidad, no he encontrado el vacío. ¿Me recomiendas tal vez que abra mi mente más para así poder experimentar la nada? Yo solo he logrado ese estado de completa calma en el que se encuentran una paz y un amor infinitos. Pero aunque sé que muchos hablan de esa nada nunca la encuentro en el sentirme uno con Dios mismo. Tal vez mi admiración por la perfección de la creación me tenga atrapado.

Anónimo dijo...

¡Ah! y otra cosa cuando que experimento en esa unión con Dios donde no hay más que Dios mismo, puedo sentir el vacio hacia afuera pero no me atrevo a decir que no hay nada porque está el Vidente y eso ya es alguien, ¡Y vaya alguien!

Asun Rodríguez dijo...

A esta pura conciencia sin forma y sin intermediarios mentales también se le denomina «Divina ignorancia».

Anónimo dijo...

¿Qué me dices, qué mi experiencia se llama "divina ignorancia"? ¿Crees que debo de tratar de alcanzar el vacío total?, ¿encuentro en él algo esencial para mi desarrollo espiritual?

Asun Rodríguez dijo...

En este blog recojo textos de diferentes tipos. Mayoritariamente son fragmentos de obras de autores de probada solvencia intelectual y espiritual. Parte de la obra de Eckhart fue considerada en su tiempo herética (28 frases y giros) y no me extraña que en la actualidad siga pareciéndoselo a algunas personas espirituales a las que escandaliza.

A la 1ª pregunta digo: No sé cuál es tu experiencia, por tanto no sé cómo llamarla. De la Divina ignorancia quien habla es Eckhart, él sí tiene esa experiencia y como verás por el texto y las aclaraciones, la llama de muchas otras maneras en un intento de que lo entiendan.
Está claro que, o bien se ha tenido la experiencia o bien se tiene un mental lo suficientemente potente y entrenado para “entender” la escalera del ser y la conciencia, y este peldaño en concreto al que él se refiere.

A la 2ª digo: En este blog no se pretende dar consejos a nadie sobre lo que debe o no hacer. No está en la línea de ningún magisterio o escuela, tampoco en la del supermercado espiritual. No es sectario, ni esencialista, ni totalitarista. Además, no se trata de alcanzar nada, sino más bien de Ser.

A la 3ª digo: No sé responder a tu pregunta. Pienso que es una pregunta para ti mismo. Lo que sé es que de lo que trata Eckhart en este fragmento, habla más extensamente en sus textos. También otros autores lo tratan, de nuestra tradición cultural y de otras, con similares explicaciones en su camino de ascenso a la Unidad.

Para terminar, creo que para las personas que experimentan o han experimentado este tipo de vivencias de las que habla Eckhart puede ser útil saber que se encuentran en un terreno que otros antes que ellos han visitado. Y para los que no, también creo puede ser útil porque quizá creían que ya se había acabado el proceso de aprendizaje y descubrimiento y con Eckhart y otros pueden alegrarse, pues hay más. O menos. O diferente. Y todo está aquí y ahora. Esta vida es maravillosa.

Anónimo dijo...

Muchas gracias. Estoy de acuerdo y perdona si te has sentido incomoda y obligada a entrar en un terreno, con mis preguntas, en el que no deseabas entrar. La vida es en verdad maravillosa.