MIÉRCOLES: ORACIÓN POR LOS HERMÉTICOS
En este día marcado con el signo de la inteligencia ambigua, doblemente serpentina, huidiza, disolvente, ondulante, penetrante, seductora, luminosa y soberana.
Oremos por todos los que se han vuelto hacia una ciencia del misterio, y buscan en la inteligencia una salida a las brumas del pecado y las limitaciones de la naturaleza, pues en verdad la inteligencia nos fue dada para eso. Para servir de vínculo entre Tú, Creador, y nosotros creaturas hechas a tu imagen para reflejarte y a tu semejanza para comprenderte y cantar tu gloria.
Guárdalos de confundir su propia inteligencia con la luz y de convertir sus ideas en dioses.
Presérvalos de las ilusiones del orgullo, de los prestigios de la magia, guárdalos de la impostura y del pecado contra el Espíritu.
Que su secreto sea el secreto de las profundidades y no la mentira del que oculta el hecho de que no tiene nada que ocultar.
Inspírales para que amen tu gloria en el secreto y no la suya en la ostentación de un lenguaje oscuro, o en la escapatoria del silencio.
Que las distancias que ponen entre ellos y el común de los hombres los preserven verdaderamente de la impureza del mundo, sin hacerles olvidar la caridad humana y la compasión por los ignorantes; sin hacerles olvidar su propia ignorancia y la humildad.
Que su búsqueda solitaria no los aleje de tu ley manifestada a todos los hombres, ni de la devoción, ni de la dedicación, ni de la obediencia que exige la religión, sino que los conduzca a descubrir el sentido oculto de las Escrituras, de los símbolos, de los mitos y de los ritos.
Y en cuanto a nosotros, impídenos Señor injuriar a cualquier sincero buscador de la verdad, sea quien fuere, mago o vidente, taumaturgo o alquimista o maestro de la cábala, de la gnosis o de oculta filosofía.
Guárdanos de perseguirlos con nuestra desconfianza o nuestras risas por la simple razón de que tantos charlatanes o locos han abusado de estas máscaras.
Y si la tradición nos ha legado alguna brizna del conocimiento de los antiguos sabios y de la revelación primitiva, haznos dignos de tomar nuestra parte en esa herencia, para que contemplemos tus vestigios impresos en las cosas: los números, las proporciones, las armonías, las correspondencias entre los elementos, entre los abismos de lo alto y de lo bajo, las virtudes de las plantas, los presagios en los astros y en los sueños, los signos inscritos en la mano y el rostro, los indicios de tu santa voluntad enseñados discretamente a los atentos, la cifra y el sentido de los animales, de los vegetales, de los metales y piedras y el lugar de cada ser en la escala del Ser.
Para que el Espíritu Santo nos introduzca en la comprehensión de todo lo que se nos había enseñado, haz que un día, para ellos y para nosotros, la verdad ya no sea un enigma ni un juego de espejos, sino que conozcamos como somos conocidos.
Cara a cara en tu gozo, tu gloria y tu amor.
Cara a cara, cara a cara, en tu gozo, tu gloria y tu amor.
Amén.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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1 comentario:
Una hermosa genialidad de Lanza, orando por los herméticos con los guiños y claves a ellos accesibles -para que también oren- y agradables al resto para orar por ellos.
Gracias por tus nutritivas aportaciones.
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