Una, dos, tres... vueltas, el espíritu fluye como la luz ante la jambas de los arcos. Lo mismo que sentimos el calor de los rayos del sol, si nos dejamos envolver por su belleza, el Espíritu nos habla. Abramos también los sentidos del alma. Gracias por tu sensibilidad.
4 comentarios:
Muchas gracias. Muy Bonito
¿De dónde es?
Una, dos, tres... vueltas, el espíritu fluye como la luz ante la jambas de los arcos. Lo mismo que sentimos el calor de los rayos del sol, si nos dejamos envolver por su belleza, el Espíritu nos habla. Abramos también los sentidos del alma.
Gracias por tu sensibilidad.
Es el claustro de la catedral de Oviedo.
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