lunes, 9 de febrero de 2009
Él es tu salmo
En relación con las palabras de las Escrituras: “Él es tu salmo y también es tu Dios”, Rabí Pinjas dijo lo siguiente:
“Él es tu salmo y también es tu Dios. La plegaria que el hombre reza, la plegaria en sí misma es Dios. No es como si pidierais algo a un amigo. Él es otro y vuestras palabras son otras. No es así en la oración, porque esta unifica los principios. Cuando el hombre que reza piensa que sus preces son una cosa separada de Dios es como un suplicante al que un rey concede una dádiva. Pero aquel que sabe que su plegaria es Dios, es como el hijo del rey que toma lo que necesita de los almacenes de su padre”
Sol: Este cuento lo he buscado y traído hasta aquí especialmente para ti.
Martin Buber: Cuentos jasídicos. Los primeros maestros. Vol. 1.
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