Bueno, la idea es muy bonita, pero, físicamente, todo lo que vemos no es más que un reflejo...Y ese principio sí que induce a la reflexión...-al menos a mí-. Todo, siempre, viene de algo que está detrás. Un abrazo
El deseo sincero y puro, nacido del corazón que quiere entregar sin pedir, dar sin esperar recibir, es siempre genuino y crece silencioso, a la sombra del amor.
El otro deseo, el que nace de la vaciedad del alma, ése siempre luce majestuoso y su luz es solo espejismo fútil y efímero.
3 comentarios:
Bueno, la idea es muy bonita, pero, físicamente, todo lo que vemos no es más que un reflejo...Y ese principio sí que induce a la reflexión...-al menos a mí-. Todo, siempre, viene de algo que está detrás.
Un abrazo
El deseo sincero y puro, nacido del corazón que quiere entregar sin pedir, dar sin esperar recibir, es siempre genuino y crece silencioso, a la sombra del amor.
El otro deseo, el que nace de la vaciedad del alma, ése siempre luce majestuoso y su luz es solo espejismo fútil y efímero.
Buena reflexión querida Asunción.
Un beso y un abrazo grande para ti.
Hola Pepe, hola Angélica. Me gustó el pequeñito poema porque nos hace volvernos hacia nosotros mismos. Mirar no tanto afuera, como adentro.
Un fuerte abrazo y gracias por vuestras lúcidas reflexiones.
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