martes, 17 de marzo de 2009

Ralph Waldo Emerson

















Todo nos hace pensar que el alma, en el ser humano, no es un órgano, sino que anima y actúa a través de todos los órganos; no es una función, como las capacidades de la memoria, del cálculo, de la comparación, sino que utiliza a estos como manos y pies; no es una facultad sino una luz; no es el intelecto o la voluntad, sino el maestro del intelecto o la voluntad, el trasfondo de nuestro ser, en el que residen; una inmensidad no poseída y que no puede poseerse. Desde dentro o desde atrás, brilla, a través nuestro, una luz sobre las cosas; y nos hace conscientes de no ser nada, y de que esa luz lo es todo.

Ralph Waldo Emerson: Selección de Prosa y Poesía

3 comentarios:

angélica beatriz dijo...

Me gusta sentir que mi alma es tan solo un espejo, donde la luz bendita de Dios puede reflejarse, y darle así vida.

Gracias querida Asunción.

Un beso para ti.

José Del Moral De la Vega dijo...

Mira de qué manera tan bella lo dice Bergamín:
"El día que yo nací/ nació conmigo una sombra/que no se aparta de mí"
¡Como se confirma la tesis de doña María Zambrano!: la poesía es una vía potentísisma a la verdad...
Un abrazo

Pele Ón dijo...

La materia y energía provienen del big bang. La conciencia no.
La conciencia tiene sombras, que vamos disipando lentísimamente. A través de nuestro subcosciente tenemos más conexión con el alma, lo malo es que de vez en cuando se cuela por ahí la maldad y la tomamos como buena.
Bss