lunes, 2 de marzo de 2009

Krisna se deja atar



















En una ocasión en que Yasoda sostenía al pequeño Krisna en sus faldas, lo sentó un momento para vigilar la leche que estaba hirviendo. El chiquillo se enfadó y en su cólera rompió un pote de leche cuajada, escapando después para buscar un poco de queso. Cuando se lo hubo comido, con la cara embadurnada, le dio un poco que le sobraba a un mono. Al volver la madre y ver la escena le riñó. Como castigo, decidió atarlo con una cuerda a un mortero de madera, pero sorprendida vio que la cuerda era demasiado corta. Entonces unió todas las cuerdas que pudo encontrar, pero aún así no pudo atar a Krisna. Yasoda no se lo creía. Krisna sonreía, pero viendo que su madre estaba extremadamente atónita, gentilmente dejó que lo atara.

Él, que no tiene principio, ni mitad ni fin, que está extendido por todas partes, infinito y omnipotente, dejó que Yasoda lo atara por amor. Él, que es el Señor de todos los seres, deja que aquéllos que lo aman lo controlen. Porque, aunque infinito, puede ser comprendido a través del amor.


Anónimo: Srimad Bhagavatam.
Libro X. Capítulo III: Krisna se deja atar.

3 comentarios:

José Solís dijo...

A Krishna, como a las personas, no es necesario comprenderlo para empezar a amarlo.

Y una vez amado puede ser comprendido.

Como yo.

Como tú.

Como todos.
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angélica beatriz dijo...

Es la historia de la vida... El amor... la sujeción a todo aquello que creemos o creemos entender...

La imagen preciosa. Gracias querida Asunción.

Un beso para ti.

Anónimo dijo...

Krisna se deja atar. Kristo se deja matar. Por Amor...Es por eso que el amor es el lenguaje de Dios.