viernes, 13 de marzo de 2009

Jesús Mosterín. Saber, creer...













El uso que normalmente hacemos de los verbos creer y saber es tal que creer no implica saber (podemos decir «creo que así es, pero en realidad no lo sé»), pero saber implica creer. Incluso cuando alguien pretende saber algo y nosotros pensamos que se equivoca, al menos le concedemos que lo cree. Enrique nos dice: «Sé que dejé cerrada la puerta». Nosotros comentamos: «Cree que dejó cerrada la puerta, pero en realidad la dejó abierta». Es decir, que siempre que alguien pretende saber, cree; sepa o no. Saber implica creer. Incluso pretender saber ya implica creer.

Jesús Mosterín: Racionalidad y acción humana

1 comentario:

José Del Moral De la Vega dijo...

Muy bien elegida esa reflexión, Asun.
Desde hace bastante tiempo -¿Nietzsche..., Escuela de Frankfurt?- se ha presentado la idea de creer -sobre todo creer en Dios- como algo primario y arcaico. Ahora se comprueba que los actos de creer y saber, como en la reflexión que nos traes, van de la mano...¿Respuesta de la progresía...?
Esta semana leía una entrevista a Philip Roth, considerado uno de los novelistas más famosos de EE.UU. En ella, sin ningún pudor, dice que él no cree en Dios, pero sí en el azar, por eso le reza a la suerte.
Es decir, como no pueden dejar de creer, se inventan el azar y "le rezan". ¡Han cambiado la religión en Dios por el ateismo y ahora, a este, por la superstición!
¡Maravilloso!
Siempre me ha costado trabajo ver algo de verdad en la fisiognomía, pero observando la cara de "enterrador" de este hombre (Philip Roth), voy a empezar a cambiar de opinión.
Un abrazo