martes, 10 de marzo de 2009

Jorge Luis Borges



















El porvenir es tan irrevocable
como el rígido ayer. No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres. La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.


Jorge Luis Borges: Para una versión del I King


1 comentario:

angélica beatriz dijo...

Hola querida Asunción.

Más allá del sentimiento que engendró estas letras de Borges, se encuentra la presencia de Dios, y eso me gusta mucho.

Siempre trayéndonos regalos bellos. Gracias amiga linda.

Besos.