miércoles, 1 de abril de 2009

Bronwyn














Las celestes encinas desde el cieno
emergen hacia el habla de tu luz,
que temblorosamente nace entre las horas
en que mi corazón es mi cerebro.

Juan Eduardo Cirlot: Bronwyn


7 comentarios:

angélica beatriz dijo...

Cuando el corazón desea hablar, el pensamiento enmudece... de esta manera se expresa mejor el sentimiento acunado en la sangre.

Un beso grande querida Asunción.

Recomenzar dijo...

Que cierto seria pensar con el cerebro antes que con el corazón por lo tanto no nos equivocaríamos tanto besos para vos

Pele Ón dijo...

El corazón suele ser cerebro, pero el cerebro pocas veces corazón.
Dice la razón: tu mientes
Y contesta el corazón
Quien miente eres tú, razón,
que dices lo que no sientes.

Anónimo dijo...

¡Que belleza de versos!. La vida sería diferente si pensáramos un poco más con el corazón y le pusiéramos más amor a la vida.
Un abrazo.

Mi nombre es Mucha dijo...

Es interesante lo que cada uno escribió
Vine a decirte que tu imaginacion no tiene limites Me ganaste
con tu comment
besos de viernes para vos

Miren dijo...

Una hermosa poesía. Metáfora de la vida humana con los pies en la tierra y el alma en el cielo.Gracias.

Sol dijo...

La poesía de Cirlot es un ejercicio sublime de investigación artística de los mundos metafísicos. ¡Me gusta!