El mundo entero es una chimenea.
¿Con qué estado de ánimo puede uno
evitar quemarse?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Datos personales
albayana ideas
Gratis date
Gratis lo recibisteis, dadlo gratis.
Carmen Soto Guerra
El Tao
Meditación cristiana
Comunidad mundial para la meditación cristiana
Gururaj Ananda Yogui
International Foundation for Spiritual Unfoldment
Nicholas Roerich
Autorretrato
Madre del mundo
Lago de montaña. Paso de Baralacha
Kanchenjunga
Canción de Shambala
Himalayas
Isabel Guerra
Sobre ti amanecerá su luz
Sin otra luz ni guía que la que en el corazón ardía
Carmen Soto Guerra
Camino de otoño en Asturias
Martín Pescador
Yegua en noviembre
Camino de la casa de mi padre
Los abuelos de Carmen
Louis cattiaux
La Virgen Negra
Lao Tsé
Simon Dewey
Christ - For She Loved Much
William Adolphe Bouguereau
Flagellation de Notre Seigneur Jésus Christ
Virgen de las rosas
Pieta
Caridad
Harry Anderson
Cristo. La segunda venida
Buda Maitreya
El que ha de venir
Avalokitesvara
Buda de la compasión
Tara verde
Om Tare Tuttare Ture Soha
Tara blanca
Mandala de Kalachacra
Arte Judío
Rita Sadorski
Miriam Mehadipur
Mi deseo
Olive Leave
Shabbat
Evelyn De Morgan
Hope in the Prison of Despair
Hildegard von Bingen
La visionaria
Alhambra
Cristina de Pizán
La ciudad de las mujeres
Johfra
Virgo
Frithjof Schuon
Icono
2 comentarios:
Suponiendo que la pregunta no es retórica, la respuesta parece sencilla:
Ya que el mundo es una chimenea (¿querrá decir horno?), qué es lo que no quema en el horno?
Pues entonces la respuesta a la pregunta ¿Con qué estado de ánimo puede uno evitar quemarse? es:
Con un estado de ánimo refractario.
XD
Sol, y tú que sabes tanto, ¿dónde guardamos el Disolvente Universal?
Un beso y que tengas buenos sueños.
Publicar un comentario