SEXO, ECOLOGÍA, ESPIRITUALIDAD. Vol I. El alma de la evolución.
Es muy extraño que algo –que cualquier cosa- ocurra en absoluto. No había nada, hubo un Big Bang , y ahora estamos todos aquí. Es increíblemente raro.
Ha habido dos respuestas generales a la punzante pregunta de Schelling: «¿Por qué hay algo y no, más bien, nada?». A la primera le podríamos llamar filosofía de la exclamación, del « ¡uy! ». El universo simplemente ocurre, no hay nada detrás, todo es en última instancia accidental o aleatorio, simplemente es, simplemente ocurre: ¡uy! Esta filosofía del « ¡uy! », aunque a veces parezca muy madura y sofisticada ( sus nombres modernos son legión, desde el positivismo al materialismo científico, desde el análisis lingüístico al materialismo histórico, del naturalismo al empirismo) siempre llega a la misma respuesta básica, a saber: « ¡No preguntes! ».
Se dice que la pregunta misma (« ¿Por qué ocurren las cosas? ¿Por qué estoy aquí? ») es confusa, patológica e infantil. Mantienen que dejar de hacer tales preguntas es señal de madurez, de ser un adulto en este universo.
Yo no lo creo. Creo que la «respuesta» que dan estas «modernas y maduras» disciplinas –a saber: «¡Uy!» (y por tanto, «¡No preguntes!»)- es la respuesta más infantil que la condición humana posiblemente podía ofrecer.
La otra respuesta general que se propone es que hay algo más : detrás del escenario en que se desarrolla e drama, hay una pauta, orden o inteligencia más amplio y elevado. Existen, evidentemente, muchas variedades de «orden más profundo »: el Tao, Dios, Geist, Maat, Formas Arquetípicas. Razón, Li, Mahamaya, Brahman, Rigpa. Y aunque estas diversas variedades de orden más profundo evidentemente están en desacuerdo entre sí en muchos puntos, todas ellas coinciden en esto: el universo no es lo que parece. Está ocurriendo algo más; es algo muy diferente de una simple exclamación…
1 comentario:
Ken Wilber será estudiado como el gran filósofo que es, y su obra inspirará a generaciones de mentes pensadoras que no se conforman con el ¡Uy! y mucho menos con el "no preguntes".
Gracias por rememorarlo.
Con tu blog muestras que tienes un gusto exquisito y una mente privilegiada.
Rosa
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