jueves, 25 de febrero de 2010

Amor














«¿Y bien, deseas saber lo que nuestro Señor ha querido decir con esto? Sábelo bien, amor era su significado. ¿Quién te lo revela? Amor. ¿Qué te reveló? Amor. ¿Por qué te lo reveló? Por amor. Permanece en ello, y conocerás más y más el amor. Pero nunca lo conocerás diferente, jamás».

Así me fue enseñado que el amor es el propósito último de nuestro Señor. Y vi con plena certeza, en esto y en todo, que Dios, antes de crearnos, ya nos amaba. Su amor nunca disminuyó y nunca disminuirá. En este amor ha hecho todas sus obras, en este amor ha hecho todas las cosas provechosas para nosotros, y en este amor nuestra vida es eterna. En nuestra creación tuvimos un principio, pero el amor en el que nos creó estaba en él desde toda la eternidad. En este amor está nuestro principio. Y veremos todo esto en Dios ya para siempre. Demos gracias a Dios.

Juliana de Norwich: Libro de visiones y revelaciones.
Cap. 86 (Fragmento)

1 comentario:

José Solís dijo...

Al alcance de nuestras manos, bajo nuestras narices, el disolvente universal alquímico...

Gracias por recordar