domingo, 14 de febrero de 2010

Caín, Abel, Tini Areces y Pepe el Ferreiro

Los nómadas siempre han sido perseguidos por los sedentarios. El relato bíblico de Caín y Abel recoge este fenómeno repetitivo en la historia de la humanidad: El agricultor sedentario Caín mata, por envidia, al pastor nómada Abel.

Los primeros que van a adorar al niño Dios también son pastores y todos sabemos que en el Evangelio nada aparece por casualidad. Jesús, el hijo del hombre, siempre andaba de un sitio a otro y no tenía dónde apoyar la cabeza.

En Asturias, sin ir más lejos, tenemos un reflejo de este drama universal en los vaqueiros de alzada; y en cualquier parte del planeta que nos fijemos encontraremos este fenómeno de destrucción y envidia, de marginación, exclusión y explotación. La libertad de los nómadas se les atraganta a la esclavitud sumisa de los sedentarios.

Lamentablemente en este régimen de democracia descafeinada en la que vivimos tenemos muchos ejemplos de víctimas del cainismo. Yo voy a poner uno cercano: Pepe el Ferreiro.

José Naveiras Escanlar, Pepe el Ferreiro, es un hombre libre. Por eso han ido a por él. Porque los mediocres apesebrados, cadena ad infinitum de instalados en sus poltronas, no soportan que existan los pastos libres ni los que libremente los recorren.

3 comentarios:

Casía dijo...

Exacto, no quieren personas de libre pensamiento, quieren borregos, las personas con iniciativa propia estorban a sus turbios intereses.
¡haxa salú!

Pele Ón dijo...

La rivalidad inicial fué cazadores/recolectores.
La violencia está en nosotros, que la cristalizamos en la diana externa que enfocamos.
bs

Urania dijo...

Dado que hoy Gaudiosa ha realizado una excepción, me tomo la licencia de realizar otra; y cito:

"Me molestan los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus puestos, sus talentos y sus éxitos".

Mario Andrade. Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño.