Mi querúbica amiga: Reconozco que sus místicos epigramas consiguen conmoverme. Y eso mismo logró Silesius con Schopenhauer y con el mismísimo Borges: “La rosa es sin por qué, florece porque florece”.
Querido Tordon, la primavera es usted. Incluso en su nombre yo veo el de una preciosa y alegre avecilla del campo. Además, me encanta me dedique un maravilloso “comentario primavera” ;).
Ángelo Silesio también dijo:
“Abrirte como una rosa. Tu corazón recibirá a Dios con todos sus favores si sabe abrirse a Él como una rosa.”
Tiene miga la cosa. La rosa, el loto, flores que se abren por encima de las espinas y del cieno respectivamente. Ellas son símbolo de espiritualidad en occidente y en oriente. Espiritualidad que no consiste sólo en la preciosa flor, sino en todo lo que forma parte de su ser. Sigue Silesio hablando:
“Hay que crucificar. Amigo, a quien allí arriba quiere recoger sólo las rosas, antes han de pincharle aquí suficientemente las espinas.”
No es lo que nos gusta oír, ni decir, preferimos no reconocer u olvidar que las espinas también son el rosal. El yin y el yang, la cara y la cruz, etc, etc, etc.
Mi hija, cuando tenía tres años, en el parque me dijo algo que nunca se me ha olvidado: Las espinas no son malas, ellas pinchan si las aprietas, pero si sólo las acaricias no te hacen daño. Bss.
2 comentarios:
Mi querúbica amiga:
Reconozco que sus místicos epigramas consiguen conmoverme.
Y eso mismo logró Silesius con Schopenhauer y con el mismísimo Borges:
“La rosa es sin por qué, florece porque florece”.
Gaudeamus igitur de esta Gaudiosa primavera …
Bss
Querido Tordon, la primavera es usted. Incluso en su nombre yo veo el de una preciosa y alegre avecilla del campo.
Además, me encanta me dedique un maravilloso “comentario primavera” ;).
Ángelo Silesio también dijo:
“Abrirte como una rosa.
Tu corazón recibirá a Dios con todos sus favores si sabe abrirse a Él como una rosa.”
Tiene miga la cosa. La rosa, el loto, flores que se abren por encima de las espinas y del cieno respectivamente. Ellas son símbolo de espiritualidad en occidente y en oriente. Espiritualidad que no consiste sólo en la preciosa flor, sino en todo lo que forma parte de su ser. Sigue Silesio hablando:
“Hay que crucificar.
Amigo, a quien allí arriba quiere recoger sólo las rosas, antes han de pincharle aquí suficientemente las espinas.”
No es lo que nos gusta oír, ni decir, preferimos no reconocer u olvidar que las espinas también son el rosal. El yin y el yang, la cara y la cruz, etc, etc, etc.
Mi hija, cuando tenía tres años, en el parque me dijo algo que nunca se me ha olvidado: Las espinas no son malas, ellas pinchan si las aprietas, pero si sólo las acaricias no te hacen daño.
Bss.
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