domingo, 15 de mayo de 2011

Un bonito traje



Un hombre fue a casa del sastre Szabó y se probó un traje. Mientras permanecía de pie delante del espejo se dio cuenta de que la parte inferior del chaleco era un poco desigual.

-Bueno, no se preocupe por eso –le dijo el sastre-. Sujete el extremo más corto con la mano izquierda y nadie se dará cuenta.

Mientras así lo hacía, el cliente se dio cuenta de que la solapa de la chaqueta se curvaba en lugar de estar plana.

-Ah, ¿eso? –dijo el sastre. Eso no es nada. Doble un poco la cabeza y alísela con la barbilla.

El cliente así lo hizo y entonces vio que la costura interior de los pantalones era un poco corta y notó que la entrepierna le apretaba demasiado.

-Ah, no se preocupe por eso –dijo el sastre -. Tire de la costura hacia abajo con la mano derecha y todo le caerá perfecto.

El cliente accedió a hacerlo y compró el traje.

Al día siguiente se puso el nuevo traje, «modificándolo» con la ayuda de las manos y la barbilla. Mientras cruzaba el parque aplanándose la solapa con la barbilla, tirando con una mano del chaleco y sujetándose la entrepierna con la otra, dos ancianos que estaban jugando a las damas interrumpieron la partida al verle pasar renqueando por delante de ellos.

-¡M’Isten, oh, Dios mío! –exclamó el primer hombre-. ¡Fíjate en este pobre tullido!

El segundo hombre reflexionó un instante y después dijo en un susurro:

Igen, sí, lástima que esté tan lisiado, pero lo que yo quisiera saber… es de dónde habrá sacado un traje tan bonito.

Clarisa Pinkola Estés: Mujeres que corren con los lobos.
Imagen: Boris Indikov

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por hacer más agradable el día con tus sabias elecciones.

La historia además fuerza simbólica tiene un sentido del humor excelente.

Todos hemos comprado algunos trajes que para que luzcan bien nos fastidiamos nosotros...

Nada como reírse de uno mismo ;)

Pele Ón dijo...

Medio llena, medio vacía. Ríe y ama.
Un abrazo.

José Del Moral De la Vega dijo...

Un texto precioso que evidencia que la verdad de las cosas es una, pero la visión que tenemos de ella, en cambio, es poliédrica.
Me alegro de que te hayas decidido a activar este blog tan interesante.
Un abrazo

Antevasin dijo...

Cierto es, que detrás de las apariencias siempre hay una historia.