jueves, 6 de mayo de 2010

Sublime experiencia de unidad



















La fragancia se transformó en nariz, la melodía dio lugar a los oídos y el espejo se convirtió en ojos para contemplarse;
La suave brisa se hizo fina piel, la cabeza se tornó flores de nardo de fascinante aroma;
La lengua se convirtió en dulce zumo, el loto se abrió para ser el sol, y el ave Chakor se transformó en la luna;
Las flores tomaron forma de abeja, las muchachas se tornaron muchachos y los somnolientos adoptaron la forma de camas en las que yacer;
La vista se convirtió en objetos maravillosos cual lingote de oro que se transforma en joya para disfrutar de la belleza;
Los capullos de mango se tornaron cuclillos, el cuerpo adoptó la forma de brisas malayas y los sabores se convirtieron en lenguas.
Así es como el absoluto adopta las formas de gozante y objeto de gozo, de veedor y objeto de visión, sin que se altere la homogeneidad de su unidad.

Gñaneshvari: El Amritanubhava (sublime experiencia de unidad)

1 comentario:

Tordon dijo...

Resulta curioso comprobar la coincidencia de los textos místicos con las descripciones experimentales de sujetos sometidos a terapias con LSD.
Aunque supongo que lo verdaderamente extraordinario será obtener dichas experiencias sin ayuda química.

Salu2