miércoles, 13 de mayo de 2009
Cielo nuevo y tierra nueva
Y vi un cielo nuevo y tierra nueva. Habían desaparecido el primer cielo y la primera tierra y el mar ya no existía. Vi también bajar del cielo, de junto a Dios, a la ciudad santa, la nueva Jerusalén, ataviada como una novia que se adorna para su esposo. Y oí una voz potente, salida del trono, que decía:
-Esta es la tienda de campaña que Dios ha montado entre los seres humanos. Habitará con ellos; ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos. Enjugará las lágrimas de sus ojos y no habrá ya muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor, porque todo lo viejo se ha desvanecido.
Y dijo el que estaba sentado en el trono:
-He aquí que hago nuevas todas las cosas.
Y añadió:
-Escribe que estas palabras son verdaderas y dignas de crédito.
Me dijo finalmente:
-¡Ya está hecho! Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, le daré a beber gratis de la fuente del agua de la vida. El vencedor recibirá esta herencia, pues yo seré su Dios y él será mi hijo.
Apocalipsis 21, 1-7.
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